Ser como Gigi (segunda parte)

Marisol Ciriano
4 min readSep 27, 2022

De nuevo, ¿cuándo se dieron cuenta de que no le gustaban tanto?

Este texto en realidad debió ser el primero. Porque yo quería hablar de lo que hacían ellos, no de los errores que podíamos cometer nosotras.

Tengo varios años que, una vez que termina la relación lo digo claro en mi mente: “Ok, Marisol, a él no le gustas tanto”.

Y me ha pasado algunas veces, con algún tipo que fue “mi casi algo” o con relaciones con más “formalidad”.

El caso de M

A finales de 2020, luego de ver lo que Bumble podía ofrecer, salí con un chico que conocí en una red social. No recuerdo cómo dimos con el otro. Yo lo seguía hace tiempo porque era de mi estado y porque me parecía muy ingenioso.

Yo no pensé que aquello fuera una cita. Él tampoco. Atrasé la hora del encuentro porque me cargué de trabajo, iba despeinada y usando la ropa que me había puesto desde temprano para trabajar, sin maquillaje y con muy poca batería en le teléfono.

Cenamos en una pizzería a la que yo había querido ir hace algunos años pero nunca lo hice. Me gustó hablar con él, se sintió sencillo. Coincidimos en algunas de nuestras historias de infancia. Hablamos de los pueblos de nuestras familias, de la preparatoria a la que asistimos en diferentes épocas (él me lleva algunos años) y de la vida en Cdmx.

Para cuando terminamos la cena, mi celular había muerto por completo y le dije que si podíamos ir a cargarlo un poco a su departamento. Platicamos todavía un rato más, hasta altas horas de la madrugada.

De ahí empezamos a… ¿salir? Yo lo veía cada fin de semana, viernes, sábado, quizá alguna vez en domingo. Salíamos a caminar por su barrio que me gustaba, a veces comíamos en casa y veíamos películas. Entre más nos íbamos conociendo, más me preguntaba si tenía que sacar el tema a relucir, pero no me atreví.

Tras un mes de fines de semana compartidos yo me fui de vacaciones a visitar a mi familia por la temporada navideña y él se quedó en la ciudad. De ahí no supe qué pasó, solo que poco a poco fue desapareciendo sin más explicaciones. Quizá no le gustaba tanto o ninguno de los dos quiso afrontar lo que se estaba formando.

Una obsesión con A

Creo que pocas veces he tenido un crush como lo tuve durante tres años con este tipo. Ahora me arrepiento un poco porque sé que era el perfecto fuckboy.

¿Qué les digo, amigas? Caí. Siempre daba muestras de atención y luego se desaparecía, así por años. Hasta que tuvimos el noviazgo más fugaz y rápido de mi adolescencia por tres insignificantes días.

Lo sé, lo sé, ahí era obvio que no le gustaba tanto, creo que le gustaba alimentar su ego.

Mr. E

Ahora somos buenos amigos, pero en el tiempo en que yo me veía como la más enamorada, él solía ignorar mis mensajes hasta por dos días y sólo me buscaba cuando ÉL QUERÍA verme, no cuando yo pedía lo mismo. Luego lo dejé ir. Ahora lo veo cada tanto cuando viene de visita a la ciudad.

El chico Q

Esto va a ser tan breve como la idealización que me hice de esto. Nos besamos un par de veces y hasta ahí todo ok, pero luego siguió cierta interacción en redes sociales que a mí me hizo pensar otras cosas (lo sé, la barra bajísima). Fue hasta que me dije que no le gustaba tanto que lo confronté y quedamos amigos, de nuevo.

Siempre volvemos a L

Aún siendo mi novio había cosas, cosas que no hacía por mí, cosas que hizo que me lastimaban, señales confusas…

Quedar como Gigi

En algún momento, mientras transcurría mi historia con algunas de estas personas, pensaba confrontarlas con la clásica pregunta de: ¿qué somos? o ¿para dónde va esto? ¿Qué quieres tú? Sé lo difícil que es responderla, que igual y a veces ni una lo sabe con certeza, ajá. Pero resulta tremendamente nefasto tener que guardarlo porque no vaya a pensar el vato que una ya quiere toda la formalidad. No, solo quiero saber si le echo ganas contigo o no.

Él otro día, hablando con M de lo que nos había pasado, pude decir en voz alta algo que he pensado de mis últimas relaciones o interacciones de ese tipo: que lo más importante para mí es la comunicación y la honestidad: ¿Solo quieres salir de amigos? Va. ¿Quieres ir lento y ver qué pasa? Ok, todo tranquilo. ¿La verdad quieres ir de date, pero ni idea de si puedes entrarle a algo serio? Dímelo.

Si sé qué quieren, yo puedo decidir qué hacer con eso y quizás aclarar más qué me gustaría formar a mí con la persona. Pero no me dejen con nada, con silencios, con suposiciones. Que luego una se siente como Gigi, creando historias, justificando su falta de interés, sin aceptar rápidamente que no les gusté tanto, y ni modo.

--

--

Marisol Ciriano

28. De adolescente supe que quería contar historas y luego no se me ocurrió hacer otra cosa.